"Mi ángel, mi todo, mi yo... ¿Por qué
esa profunda pesadumbre cuando es la necesidad quien habla? ¿Puede consistir
nuestro amor en otra cosa que en sacrificios, en exigencias de todo y nada?
¿Puedes cambiar el hecho de que tú no seas enteramente mía y yo enteramente
tuyo? ¡Ay Dios! Contempla la hermosa naturaleza y tranquiliza tu ánimo en
presencia de lo inevitable. El amor exige todo y con pleno derecho: a mí para
contigo y a ti para conmigo. Sólo que olvidas tan fácilmente que yo tengo que
vivir para mí y para ti. Si estuviéramos completamente unidos ni tú ni yo
hubiéramos sentido lo doloroso. Mi viaje fue horrible...
"Alégrate, sé mi más fiel y único
tesoro, mi todo como yo para ti. Lo demás que tenga que ocurrir y deba ocurrir
con nosotros, los dioses habrán de enviarlo...
"Tarde del lunes... Tú sufres. ¡Ay!
donde yo estoy, también allí estás tú conmigo. Conmigo y contigo haré yo que
pueda vivir a tu lado. ¡¡¡Qué vida!!! ¡¡¡Así!!! Sin ti... perseguido por la
bondad de algunas personas, que no quiero recibir porque no la merezco. Me
duele la humildad del hombre hacia el hombre. Y cuando me considero en conexión
con el Universo, ¿qué soy yo y qué es aquél a quien llaman el más grande? Y sin
embargo... ahí aparece de nuevo lo divino del hombre. Lloro al pensar que
probablemente no recibirás mi primera noticia antes del sábado. Tanto como tú
me amas ¡mucho más te amo yo a ti!... ¡Buenas noches! En mi calidad de bañista,
debo irme a dormir. ¡Ay, Dios! ¡Tan cerca! ¡Tan lejos! ¿No es nuestro amor una
verdadera morada del cielo? ¡Y tan firme como las murallas del cielo!
"Buenos días, siete de julio. Todavía
en la cama se agolpan mis pensamientos acerca de ti, mi amada inmortal; tan
pronto jubilosos como tristes, esperando a ver si el destino quiere oírnos.
vivir sólo me es posible, o enteramente contigo, o por completo sin ti. Sí, he
resuelto vagar a lo lejos hasta que pueda volar a tus brazos y sentirme en un
hogar que sea nuestro, pudiendo enviar mi alma al reino de los espíritus envuelta
en ti. Sí, es necesario. Tú estaras de acuerdo conmigo, tanto más conociendo mi
fidelidad hacia ti, y que nunca ninguna otra poseerá mi corazón; nunca,
nunca...
"¡Oh, Dios mío! ¿Por qué habrá que
estar separados, cuando se ama así? Mi vida, lo mismo aquí que en Viena, está
llena de cuitas. Tu amor me ha hecho al mismo tiempo el ser más feliz y el más
desgraciado. A mis años, necesitaría ya alguna uniformidad, alguna normalidad
en mi vida. ¿Puede haberla con nuestras relaciones?... ángel, acabo de saber
que el correo sale todos los días. Y eso me hace pensar que recibirás la carta
en seguida.
"Está tranquila. Tan sólo contemplando
con tranquilidad nuestra vida alcanzaremos nuestra meta de vivir juntos. Está
tranquila, quiéreme. Hoy y ayer ¡cuánto anhelo y cuántas lágrimas pensando en
ti... en ti... en ti, mi vida... mi todo! Adiós... ¡quiéreme siempre! No
desconfíes jamás del fiel corazón de tu enamorado Ludwig. Eternamente tuyo,
enternamente mía, eternamente nuestros."
Ludwig van Beethoven
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